"Cualquiera que dice
que la vida cristiana es aburrida
realmente no está viviendo
una vida en Cristo."
-Beverly Lessin-
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Hermosa Frase
lunes, 21 de septiembre de 2009
Ensancha las cortinas de tus habitaciones
"Ensancha las cortinas de tus habitaciones, porque te extenderás a la mano derecha y a la izquierda" (paráfrasis Isaías 54:2-3)
Ayer fui, como invitada, a una congregación que relativamente es nueva, tiene desde enero que comenzó y de verdad es un gozo en mi corazón ver como Dios los ha levantado. Ellos están reuniendose en el salón de un hotel, un salón mediano en donde por fe decidieron empezar una aventura, rentar un lugar así con unas cuantas personas de verdad se necesita mucha fe, y me refiero a los gastos que eso implica. Con todo y eso Dios les ha respaldado. Ayer que estuve con ellos el pastor nos pidió que oraramos por un salón más grande... pues ¡allí ya no caben! ¿No es eso hermoso? Confiar en Dios a ciegas y luego ver su respuesta es un gozo y una bendición, eso nos sirve de testimonio para todo aquel que no crea, ahora al ver la mano de Dios en otros, crea que para todos hay.
El pastor de esta congregación, un buen amigo y muy querido, mi hermano Mike Lessin, ayer nos decía algo que tocó mi corazón y no fue a la hora de la predicación, ni a la hora de las oraciones, fue a la hora de dar la explicación del por qué cambiar de salón a uno más grande.
Nos platicó que compró unas tortuguitas pequeñas desde hace 6 meses y le dijeron que si las ponía en un lugar pequeño, las tortuguitas quedarían pequeñas, pero si al tiempo que fueran creciendo, les cambiaba de lugar a un espacio más grande, las tortugas crecerían en la medida de su "habitat" y efectivamente su primer "vivienda" fue un recipiente pequeño, luego fue en aumento y ahora tiene unas tortugotas y el espacio donde viven ya es como una gran tina para que sigan creciendo.
De igual forma es el crecimiento espiritual en todos los sentidos, extiendes la fe en lo material y te extiendes hacia donde quieras llegar, ellos se van a cambiar a un ligar más grande para seguir creciendo y así cada quien aplica esto a su vida. El pastor Mike lo aplicó a su congregación que va en aumento y yo lo aplicaré a mi vida también. Dice la palabra de Dios que él nos da de acuerdo a la medida de fe que tengamos y si no la tenemos hay que pedirla, porque la fe no la hacemos nosotros, sino que nos es dada.
Por eso en Isaías 54, versículo del 2 al 3 Dios nos da un mandato ¡Ensancha las cortinas de tus habitaciones! Porque él nos quiere llevar a más... ¿Hasta dónde quieres llegar tú?
Ayer fui, como invitada, a una congregación que relativamente es nueva, tiene desde enero que comenzó y de verdad es un gozo en mi corazón ver como Dios los ha levantado. Ellos están reuniendose en el salón de un hotel, un salón mediano en donde por fe decidieron empezar una aventura, rentar un lugar así con unas cuantas personas de verdad se necesita mucha fe, y me refiero a los gastos que eso implica. Con todo y eso Dios les ha respaldado. Ayer que estuve con ellos el pastor nos pidió que oraramos por un salón más grande... pues ¡allí ya no caben! ¿No es eso hermoso? Confiar en Dios a ciegas y luego ver su respuesta es un gozo y una bendición, eso nos sirve de testimonio para todo aquel que no crea, ahora al ver la mano de Dios en otros, crea que para todos hay.
El pastor de esta congregación, un buen amigo y muy querido, mi hermano Mike Lessin, ayer nos decía algo que tocó mi corazón y no fue a la hora de la predicación, ni a la hora de las oraciones, fue a la hora de dar la explicación del por qué cambiar de salón a uno más grande.
Nos platicó que compró unas tortuguitas pequeñas desde hace 6 meses y le dijeron que si las ponía en un lugar pequeño, las tortuguitas quedarían pequeñas, pero si al tiempo que fueran creciendo, les cambiaba de lugar a un espacio más grande, las tortugas crecerían en la medida de su "habitat" y efectivamente su primer "vivienda" fue un recipiente pequeño, luego fue en aumento y ahora tiene unas tortugotas y el espacio donde viven ya es como una gran tina para que sigan creciendo.
De igual forma es el crecimiento espiritual en todos los sentidos, extiendes la fe en lo material y te extiendes hacia donde quieras llegar, ellos se van a cambiar a un ligar más grande para seguir creciendo y así cada quien aplica esto a su vida. El pastor Mike lo aplicó a su congregación que va en aumento y yo lo aplicaré a mi vida también. Dice la palabra de Dios que él nos da de acuerdo a la medida de fe que tengamos y si no la tenemos hay que pedirla, porque la fe no la hacemos nosotros, sino que nos es dada.
Por eso en Isaías 54, versículo del 2 al 3 Dios nos da un mandato ¡Ensancha las cortinas de tus habitaciones! Porque él nos quiere llevar a más... ¿Hasta dónde quieres llegar tú?
miércoles, 26 de agosto de 2009
Él es mi hacedor de Sueños... ¡Sueños cumplidos!
"Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová". (Isaías 54:1)
“La que no daba a luz, la que nunca estuvo de parto, la desamparada”
Dios no se refiere a un embarazo físico, sino a todo aquello que las mujeres soñamos y esos sueños son como un embarazo esperando nacer y hacerse una realidad. Hagamos la relación de un embarazo con un anhelo, algo que deseamos ver en nuestra vida pero no ha llegado y lo traemos en la mente. Ese sueño se está gestando, está tomando forma dentro de nosotras, pero todavía no nace, todavía no es una realidad.
Todas algún día tuvimos sueños y metas por alcanzar, y algunas de nosotros hoy volteamos atrás y no tenemos nada, nuestras manos están vacías de sueños alcanzados. Nunca dimos a luz nada, nuestra vida esta estéril. De allí la tristeza, el pesar de tu corazón.
Dios dice “alégrate, tú la estéril” “la desamparada” Porque aparte de que no se cumplieron esos sueños, tal vez los de tener una familia y posiblemente seas divorciada o viuda o cualquiera que sea tu condición… ¡Escucha bien! Hasta el día de hoy éramos desamparadas (porque Dios nos llama desamparadas) pero también se declara nuestro esposo, nuestro hacedor.
¿No se cumplieron tus sueños? No te preocupes porque más son los hijos de la desamparada, que los de la casada, es decir, Dios quiere verte como una mujer llena de sueños, y llena de sueños CUMPLIDOS.
Es fácil soñar ¿verdad? Pero cuando vemos que esos sueños se evaporan con el tiempo, se siente gran decepción, algunas de nosotras ya ni siquiera nos permitimos soñar para evitar la frustración, pero ¡Alégrate! Dios te promete hoy que te hará una mujer llena de sueños cumplidos. Dios habla de una mujer casada, como una mujer que ha cumplido sueños, pero a ti te dice “tengo algo mejor para ti, mayores serán tus sueños cumplidos”
“La que no daba a luz, la que nunca estuvo de parto, la desamparada”
Dios no se refiere a un embarazo físico, sino a todo aquello que las mujeres soñamos y esos sueños son como un embarazo esperando nacer y hacerse una realidad. Hagamos la relación de un embarazo con un anhelo, algo que deseamos ver en nuestra vida pero no ha llegado y lo traemos en la mente. Ese sueño se está gestando, está tomando forma dentro de nosotras, pero todavía no nace, todavía no es una realidad.
Todas algún día tuvimos sueños y metas por alcanzar, y algunas de nosotros hoy volteamos atrás y no tenemos nada, nuestras manos están vacías de sueños alcanzados. Nunca dimos a luz nada, nuestra vida esta estéril. De allí la tristeza, el pesar de tu corazón.
Dios dice “alégrate, tú la estéril” “la desamparada” Porque aparte de que no se cumplieron esos sueños, tal vez los de tener una familia y posiblemente seas divorciada o viuda o cualquiera que sea tu condición… ¡Escucha bien! Hasta el día de hoy éramos desamparadas (porque Dios nos llama desamparadas) pero también se declara nuestro esposo, nuestro hacedor.
¿No se cumplieron tus sueños? No te preocupes porque más son los hijos de la desamparada, que los de la casada, es decir, Dios quiere verte como una mujer llena de sueños, y llena de sueños CUMPLIDOS.
Es fácil soñar ¿verdad? Pero cuando vemos que esos sueños se evaporan con el tiempo, se siente gran decepción, algunas de nosotras ya ni siquiera nos permitimos soñar para evitar la frustración, pero ¡Alégrate! Dios te promete hoy que te hará una mujer llena de sueños cumplidos. Dios habla de una mujer casada, como una mujer que ha cumplido sueños, pero a ti te dice “tengo algo mejor para ti, mayores serán tus sueños cumplidos”
jueves, 6 de agosto de 2009
"Tomadas de tu Mano"
"...porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre..."
Quiero compartir a mi esposo con todas ustedes, todas aquellas que no tienen un esposo físico quiero que sepan que Jesucristo está allí esperando que le abras la puerta: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguna oye mi voz y abre la puerta, entraré a ella, y cenaré con ella, y ella conmigo." (Apocalipsis 3:20) Dios nos conoce más de lo que te imaginas, más que nosotras mismas: "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué..." (Jeremías 1:5) por eso quiere ser parte de ti y se declara tu esposo ¡Recíbelo!
Él es Dios, es mi esposo y también el tuyo. A través de su palabra, Jesucristo dejó un esquema perfecto de cómo debería de funcionar una familia: El esposo sujeto a Dios en obediencia a su palabra y voluntad, pues Cristo es cabeza principal en la familia; la esposa se sujeta a su esposo confiadamente ya que él estará sujeto a Dios, y cuando lo obedece, realmente está obedeciendo a Dios; y los hijos obedecen y honran a sus padres.
Cuando el esposo no está, por divorcio, separación o muerte, este esquema queda de la siguiente manera: Cristo como cabeza principal y ÚNICA; la mujer sujeta a su esposo Jesucristo y los hijos le obedecen y aman como un padre y honran a su mamá ¿no es hermoso? ¡Es un privilegio! él tiene mayor cuidado de nosotras y de nuestros hijos. Nunca más digas "soy mujer sola" porque ya no es así.
Me gusta cuando una amiga dice, a mi no me falta nada porque mi esposo es el dueño de todo el oro y toda la plata ¡Eso es verdad! ¿Lo puedes creer? Si lo crees, lo tienes. Él como tu esposo será también tu proveedor y nunca, nunca te faltará nada.
Creo que hay mucho dolor en todas las mujeres que han caminado sin conocer que Dios está a su lado como un esposo, son mujeres con dolores en el alma, físicos y emocionales. Y lo sé porque lo viví. Hoy sé que puede ser diferente, porque si Dios lo hizo conmigo, lo hará contigo también, si tu quieres... ¡Sólo si lo puedes creer!
Quiero compartir a mi esposo con todas ustedes, todas aquellas que no tienen un esposo físico quiero que sepan que Jesucristo está allí esperando que le abras la puerta: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguna oye mi voz y abre la puerta, entraré a ella, y cenaré con ella, y ella conmigo." (Apocalipsis 3:20) Dios nos conoce más de lo que te imaginas, más que nosotras mismas: "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué..." (Jeremías 1:5) por eso quiere ser parte de ti y se declara tu esposo ¡Recíbelo!
Él es Dios, es mi esposo y también el tuyo. A través de su palabra, Jesucristo dejó un esquema perfecto de cómo debería de funcionar una familia: El esposo sujeto a Dios en obediencia a su palabra y voluntad, pues Cristo es cabeza principal en la familia; la esposa se sujeta a su esposo confiadamente ya que él estará sujeto a Dios, y cuando lo obedece, realmente está obedeciendo a Dios; y los hijos obedecen y honran a sus padres.
Cuando el esposo no está, por divorcio, separación o muerte, este esquema queda de la siguiente manera: Cristo como cabeza principal y ÚNICA; la mujer sujeta a su esposo Jesucristo y los hijos le obedecen y aman como un padre y honran a su mamá ¿no es hermoso? ¡Es un privilegio! él tiene mayor cuidado de nosotras y de nuestros hijos. Nunca más digas "soy mujer sola" porque ya no es así.
Me gusta cuando una amiga dice, a mi no me falta nada porque mi esposo es el dueño de todo el oro y toda la plata ¡Eso es verdad! ¿Lo puedes creer? Si lo crees, lo tienes. Él como tu esposo será también tu proveedor y nunca, nunca te faltará nada.
Creo que hay mucho dolor en todas las mujeres que han caminado sin conocer que Dios está a su lado como un esposo, son mujeres con dolores en el alma, físicos y emocionales. Y lo sé porque lo viví. Hoy sé que puede ser diferente, porque si Dios lo hizo conmigo, lo hará contigo también, si tu quieres... ¡Sólo si lo puedes creer!
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